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Aprende anatomía ocular conociendo todas las partes del ojo

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El ojo, tal y como os hemos contado en alguna que otra ocasión, es una máquina perfecta dentro de otra que es el cuerpo humano. Tanto, que es una de las más complejas de todo el organismo, aunque a lo largo de los años hemos ido desentrañando sus secretos.

Aprende anatomía ocular conociendo todas las partes del ojo

El ojo, tal y como os hemos contado en alguna que otra ocasión, es una máquina perfecta dentro de otra que es el cuerpo humano. Tanto, que es una de las más complejas de todo el organismo, aunque a lo largo de los años hemos ido desentrañando sus secretos. 

En esta ocasión venimos a hablaros de las partes del ojo y de su importancia, ¡seguro que no imaginabáis todo lo que cabía en esas esferas tan pequeñas!

Cuáles son las partes del ojo

Al hablar de la anatomía ocular, al igual que ocurriría si hablásemos del globo terráqueo, tenemos que hablar de distintas capas: externa, media e interna.

Capa externa del ojo

Está compuesta por la esclerótica (más conocida como ‘lo blanco del ojo’) y la córnea.

La primera de las partes actúa a modo de esqueleto del ojo, de sostén, protegiéndolo y ayudándole a mantener su forma. Por su parte, la segunda es la capa transparente que deja pasar la luz y que, por tanto, nos permite ver protegiendo también las capas más internas del ojo.

En la esclerótica, por cierto, es donde los músculos del ojo se fusionan con él para permitirnos moverlo.

Capa media del ojo

Esta es la capa con más ‘actores’, así que iremos paso a paso para no perdernos:

  • La coroides es, para que nos entendamos, el forro interno de la esclerótica. Es una capa llena de vasos cuya función es hacer que el riego sanguíneo llegue al ojo sin problema.
  • En la parte delantera de la coroides encontramos el cuerpo ciliar, cuya función es de soporte a los dos elementos que vienen a continuación.
  • El cristalino cumple las funciones de la lente de una cámara de fotos. Se trata de un elemento transparente que cambia de forma para permitirnos enfocar la luz que entra por la pupila, permitiendo así que nuestro cerebro nos diga lo que estamos viendo.
  • El iris, la parte coloreada de nuestros ojos, es en realidad el final de la coroides. Su función es protectora, ya que limita la radiación lumínica que entra en nuestros ojos. Además, es el encargado de contraer o dilatar las pupilas en función de las condiciones de luz.

Como veis, todo encaja como si fuese un maravilloso cuerpo de baile, aunque aún nos queda por ver la última parte.

Capa interna del ojo

Es donde se encuentra la retina, el elemento más importante del ojo, así como lo humores vítreo y acuoso.

La retina es la encargada de recibir la luz que entra en el ojo y, mediante los bastones y los conos, nuestras células fotosensibles, traducirla en impulsos nerviosos comprensibles por nuestro cerebro. Además, en su centro contiene una zona llamada mácula y esta, a su vez, otra llamada fóvea que es donde se produce el proceso de visión.

Si los rayos de luz no inciden en la retina, sino delante, detrás o en dos puntos distintos (uno delante y otro detrás), surgen problemas como la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo, respectivamente.

 En cuanto a los humores, el acuoso está es un líquido nutritivo que está por todo el ojo, mientras que el vítreo es una sustancia gelatinosa de soporte que además cumple una función protectora para la retina.

Importancia de la anatomía ocular

El hecho de que las partes del ojo sean tantas nos da una idea de lo complicado que es el sistema visual, pero también de la delicadeza con la que hay que tratarlo. Por eso, ante un repentino picor de ojos, lo último que hay que hacer es frotarlos.

La anatomía ocular es tan importante que, si uno solo de estos elementos fallase, empezaríamos a tener problemas de visión muy serios. Por eso, ante cualquier tipo de problema, no hay que pensárselo: lo mejor es buscar ayuda especializada, ¡podría irnos la vista en ello!