Contenidos de Interés 4 min minutos de lectura

Vista de lejos: cuándo la usamos y trucos para cuidarla a largo plazo.

Compartir en

La vista de lejos es importante en nuestro día a día para conducir o ver la tele. Aquí te explicamos cómo cuidarla y algunos remedios por si notamos síntomas.

Qué hacer para ver mejor de lejos

La vista de lejos es, sin ninguna duda, la que más utilizamos a lo largo de nuestra vida y, por extensión, en nuestro día a día. De ahí que defectos refractivos como la miopía o el astigmatismo puedan resultar tan molestos e incapacitantes.

Al fin y al cabo, si tenemos algo cerca siempre podemos retirarlo un poco, pero si lo tenemos lejos no hay forma de verlo, ¡que se lo digan a las miles de personas a la que habremos devuelto el saludo por la calle sin saber a ciencia cierta quiénes eran! Por eso hoy venimos a contarte cómo mejorar la vista de lejos, ¡solo tienes una y tiene que durarte toda la vida!

¿Cuándo usamos la vista de lejos?

Cuando leemos, por ejemplo, o cuando tenemos justo enfrente a nuestra pareja, empleamos la vista de cerca. La vista intermedia la usamos para todo aquello que ocurre a entre 50 centímetros y 2 metros de nuestros ojos, como por ejemplo trabajar frente a la pantalla de un ordenador o usar nuestro smartphone.

A partir de ahí empezamos a hablar de vista de lejos. Conducir, caminar por la calle, practicar deporte… Para cualquier acción que implique mirar al frente para no chocarnos con nada usamos el enfoque de larga distancia, y hay quien se pasa la vida intentando no tropezarse por la calle ¡por eso conviene saber cómo mejorar la vista de lejos!

Cómo podemos mejorar nuestra vista de lejos

Si algo tiene de bueno la vista de lejos es que relaja toda la musculatura de nuestros ojos. A partir de los 6 metros no necesitamos hacer esfuerzo para focalizar, así que una buena forma de cuidar de nuestra vista de lejos es no forzar ni nuestra vista de cerca ni nuestra vista intermedia. Tomar descansos de pantalla y fijar la vista en un punto lejano durante unos segundos ayudará a nuestros ojos a relajarse y, por lo tanto, a estar más preparado también cuando necesitemos enfocar un objeto lejano.

Otra cosa que podemos hacer es coger un objeto, como un bolígrafo (podemos usar uno de nuestros dedos) y alejarlo de nosotros todo lo que nos deje nuestro brazo.

  • A partir de esta posición, deberemos ir acercándolo a nuestros ojos hasta el momento en el que notemos que estos necesitan enfocar.
  • Justo en ese límite, comenzaremos a alejar el objeto de nuestro rostro sin quitarle el ojo ni un segundo hasta volver a la posición inicial.

Sabiendo que nuestra vista de lejos puede llegar a alcanzar hasta 5 kilómetros si el día está despejado, otro buen ejercicio puede ser fijar la vista en distintas zonas del horizonte e intentar deducir qué es lo que logramos alcanzar a ver. No durante demasiado tiempo para que los ojos no se fatiguen, pero sí que podemos hacerlo de forma intermitente.

Conocer estos pequeños trucos sobre cómo entrenar la vista de lejos puede llegar a ser muy beneficioso para nuestra salud visual, aunque si tenemos los ojos cansados lo mejor es mantenerlos cerrados durante unos minutos para resetearlos y poder volver a empezar.

Podrías estar interesado!

Contenidos de Interés 5 minutos de lectura

Aprende anatomía ocular conociendo todas las partes del ojo

El ojo, tal y como os hemos contado en alguna que otra ocasión, es una máquina perfecta dentro de otra que es el cuerpo humano. Tanto, que es una de las más complejas de todo el organismo, aunque a lo largo de los años hemos ido desentrañando sus secretos

Contenidos de Interés 5 minutos de lectura

Enfoque visual: Descubre cómo funciona el ojo

Es un auténtico desconocido, pero ha llegado el momento de entender un poco cómo funciona el ojo y por qué el enfoque visual es tan importante en el proceso visual. Sin este mecanismo natural la vida no sería tal y como la entendemos, ¡y vamos a explicarte el porqué!