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Tensión ocular ¿Qué riesgos implica tener la presión ocular alta?

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La presión ocular alta, su relación con el glaucoma, causas y síntomas, cómo combatirlo, como cuidar tu visión y vigilar tu tensión ocular

En esta página os hablaremos de la presión ocular alta, su relación con el glaucoma, causas y síntomas, cómo combatirlo, como cuidar tu visión y vigilar tu tensión ocular. La presión intraocular o PIO hace referencia a la presión que ejercen los fluidos dentro del ojo. Los niveles de PIO se miden en milímetros de mercurio (mmHg) con un aparato llamado tonómeto. Cuando superan los 21 mmHg el riesgo de tener problemas visuales serios, como el glaucoma, se incrementa.

PRESIÓN INTRAOCULAR

El ojo necesita tener una cierta presión para mantener su forma y funcionar correctamente. Cuando existe equilibrio entre la producción y eliminación del humor acuoso, un líquido transparente que nutre y oxigena el cristalino y la córnea, la Presión Intraocular o PIO se mantiene constante. Pero, si la producción de humor acuoso aumenta o si se elimina de manera insuficiente, la presión sube y el nervio óptico puede quedar presionado, lo que incrementa el riesgo de tener dificultades de visión. Tener la PIO elevada es un factor de riesgo para padecer glaucoma.

¿CÓMO SE MIDE LA PRESIÓN INTRAOCULAR?

Para saber el nivel de presión intraocular los especialistas utilizan un instrumento llamado tonómetro, que mide la tensión de fluidos que hay en el interior del ojo. En la actualidad existen tonómetros de aire, para los que no es preciso que haya ningún contacto con el ojo. Funcionan emitiendo una pequeña corriente de aire dirigida hacia la córnea que mide su resistencia a ser deformada. La cantidad de aire necesaria para aplanar la córnea indica la tensión existente en ese ojo. Se trata de una prueba muy sencilla e indolora.

Los niveles de PIO se miden en milímetros de mercurio (mmHg) y están dentro de la normalidad cuando se encuentran entre 11 -21 mmHg. Es importante señalar que el valor de la presión intraocular no presenta ninguna relación con el de la presión arterial.

En sus primeros estadios, la presión intraocular alta no manifiesta ningún síntoma, por esta razón quien que la padece puede no saberlo. Es posible que la persona con presión intraocular alta tenga dañado el nervio óptico en un 40% antes de empezar a notar problemas de visión. Para prevenir esta situación, es fundamental llevar a cabo revisiones visuales anuales a partir de los 45-50 años.

¿POR QUÉ SE PRODUCE ESTE AUMENTO DE LA PRESIÓN INTRAOCULAR?

Según los especialistas, no existe una causa clara por la que se produzca el aumento de la presión intraocular. Las razones por las que se ocasionan daños en el sistema de drenaje del humor acuoso no están determinados, si bien cada vez hay más estudios que señalan que este problema puede verse favorecido por el estrés oxidativo. Cuando el ojo está sano, los radicales libres se ven compensados de manera natural por los antioxidantes del humor acuoso. Sin embargo, cuando aumentan los radicales libres y se reduce el mecanismo de defensa antioxidante, las probabilidades de que haya estrés oxidativo y, también de que aparezcan patologías oculares como el glaucoma, aumentan. Existen determinadas circunstancias que favorecen la aparición de estrés oxidativo:

  • La edad
  • El tabaco
  • La contaminación
  • La mala alimentación

¿CÓMO SE PUEDE PREVENIR LA PRESIÓN INTRAOCULAR ALTA?

Los hábitos saludables ayudan a reducir el estrés oxidativo y, como consecuencia, disminuyen el riesgo de presión intraocular alta. Para mantener unos niveles normales de PIO, es aconsejable practicar deporte de manera habitual, no fumar y, también, no abusar del alcohol. Aunque no existe aún una dieta clara para prevenir la tensión intraocular alta, los expertos coinciden en que llevar a cabo algunas sencillas pautas alimentarias favorecen una buena salud visual en general y ayudan a mantener unos correctos niveles de PIO:

  • Llevar una alimentación variada, rica en vitaminas antioxidantes como la C, la B1, el caroteno, el licopeno, la luteína y la zeaxantina. Para conseguirlo, los expertos recomiendan consumir a diario 4-5 piezas de frutas y verduras.
  • Evitar la sal, harinas y azúcares refinadas. Estos ingredientes se encuentran, sobre todo, en alimentos precocinados y procesados, como la comida rápida o la bollería industrial.
  • Cocinar de la manera más saludable posible para que se mantengan todos los nutrientes: es mejor cocinar al vapor que hervir, por ejemplo.

¿CÓMO SE TRATA LA PRESIÓN INTRAOCULAR ALTA?

Se emplean diferentes medicamentos o colirios dependiendo de cuál sea el problema que causa la PIO alta. El especialista de la visión será quién determine el tratamiento más adecuado:

  • Para mejorar el paso del humor acuoso se pueden emplear colirios mióticos (pilocarpina) o epinefrina.
  • Cuando el objetivo es disminuir la cantidad de líquido producido, se pueden utilizar gotas betabloqueantes y los inhibidores de la anhidrasa carbónica
  • Si se pretende que la cantidad de humor acuoso disminuya de forma más constante, es posible que el especialista recomiende usar inhibidores de la anhidrasa carbónica que se administren de forma oral.

EL GLAUCOMA

El glaucoma es una patología visual degenerativa que se produce cuando hay una lesión irreparable en el nervio óptico, que es el encargado de transmitir al cerebro la información recibida en la retina. Puede darse en un ojo o en los dos. Las personas que tienen la tensión intraocular alta mantenida en el tiempo presentan un mayor riesgo de padecer esta patología, aunque es necesario que se den otros factores para que la enfermedad aparezca. Los exámenes visuales son muy importantes para ayudar a prevenir el glaucoma, sobre todo para aquellas personas que, además de tener alta la PIO, reúnen los siguientes factores de riesgo:

  • Antecedentes familiares de glaucoma
  • Diabetes
  • Miopía elevada
  • Tener más de 50 años

El glaucoma es conocido como el “ladrón silencioso de la visión”, ya que no suele presentar síntomas en sus fases iniciales. En muchas ocasiones, las personas que lo tienen no son conscientes de ello hasta que manifiesta problemas visuales cuando, muy probablemente, ya resulta irreversible. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta patología afecta a unos 60 millones de personas en los países desarrollados y en desarrollo, y es la tercera causa más importante de ceguera en todo el mundo después de los errores refractivos sin corregir (miopía, hipermetropía o astigmatismo, 43%); cataratas no operadas (33%); y glaucoma (2%).

Según informan desde el Consejo General de Colegios de Ópticos-optometristas el glaucoma afecta a más de 60 millones de personas en el mundo y puede llegar a producir baja visión e incluso ceguera en un 5% de los casos. De acuerdo con sus datos, más del 50% de las personas que tienen glaucoma en España están sin diagnosticar. Para detectar esta enfermedad es necesario medir la PIO y realizar una sencilla exploración del fondo de ojo. Si se diagnostica a tiempo, la ceguera derivada del glaucoma puede evitarse en más del 90% de los casos.

Aunque el glaucoma puede aparecer a cualquier edad, el riesgo aumenta a partir de los 60 años con una incidencia del 2,1%, cifra que asciende al 2,3% en personas de entre 60 y 90 años y, una vez pasados los 70, alcanza el 3,5%.

SINTOMAS DEL GLAUCOMA

Los síntomas del glaucoma suelen aparecer cuando la patología ya ha avanzado mucho y la pérdida de visión es irreversible. Los más comunes son:

  • “Visión en túnel”, reducción del campo visual periférico
  • Ojos muy sensibles a la luz o el deslumbramiento
  • Ligeros dolores de cabeza
  • Percepción de halos alrededor de la luz eléctrica
  • Dificultad para ver en la oscuridad