Cuidado ocular 5 minutos de lectura

¿Cómo afecta la luz a nuestra visión?

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La luz y la visión están íntimamente relacionadas, ya que la percepción visual depende de la calidad e intensidad de la iluminación. El hombre es una especie de hábitos diurnos y, por ello, la luz que se parece a la solar es la que mejor se adapta a las tareas que realiza, desde leer a trabajar en el ordenador o hacer trabajos de precisión.

Luz y visión

Cada tipo de luz artificial disponible te brinda distintas cualidades. La mejor es la luz incandescente, particularmente la que puedes llamar «luz de día». Por desgracia, su eficacia energética es muy baja y, por ello, su uso ha disminuido.

Las lámparas de luz halógena tienen un diseño con mejor rendimiento, y la luz blanca es adecuada para la vista. Sin embargo, emiten más luz azul que las incandescentes. Lo mismo sucede con la luz LED o luz de diodos emisores, que tiene una buena intensidad y no produce calor ni parpadeos. El inconveniente que presenta es que tiene un alto componente azul y puede causarte, además, deslumbramiento. Las lámparas fluorescentes tienen una luz de calidad muy baja que no es adecuada para la lectura ni para trabajos de precisión. Al igual que sucede con las lámparas LED, emiten demasiada luz azul.

¿Qué daños puede causar la luz?

El componente azul de la luz es el que contiene las ondas de más elevada energía. Es lo que conocemos como rayos UV. Estos son los que broncean tu piel y producen, también, fotoenvejecimiento. 

Los riesgos causados por la luz y que afectan a los ojos y la visión son de tres tipos. Los daños térmicos son causados por exposición aguda que aumenta la temperatura de los tejidos oculares algunos grados por encima de la normal. Los daños estructurales pueden ser causados por radiaciones láser. Finalmente, están los daños fotoquímicos, generados por las radiaciones UV. En estos casos, las exposiciones bajas por tiempo prolongado terminan por causar algunas patologías de la retina, como ocurre a esquiadores y aviadores.

La luz solar es la principal fuente de luz azul. Sin embargo, las emisiones artificiales de las pantallas de los ordenadores y de otros dispositivos como tabletas, móviles y televisores de pantalla plana también la contienen en exceso. En ensayos de laboratorio este tipo de luz daña la retina, pero esto no ha sido corroborado por los análisis estadísticos de datos no experimentales.

¿Qué opinan los expertos?

Los expertos en salud visual no han confirmado ni descartado las emisiones artificiales como agentes que dañen la retina. Sin embargo, existe otra alteración causada por la iluminación inadecuada y el uso continuo de equipos electrónicos: la fatiga visual, que se relaciona con el uso prolongado de estos elementos y otros factores, como la mala postura sostenida y la iluminación deficiente. Lo que puedes sentir es escozor en los ojos, lagrimeo, enrojecimiento, visión de manchas y vista borrosa. En muchos casos se relaciona también con cefaleas y dolores en el cuello.

¿Y qué puedes hacer para evitarla? Las pausas frecuentes, mirar a lo lejos un rato después de cada hora de trabajo y una iluminación ambiental adecuada te ayudarán. Luz y visión están más relacionadas de lo que parece!