Conocida comúnmente como párpados caídos, la ptosis es una afección que provoca la caída del párpado superior. Llega a imposibilitar la apertura total del ojo y, por ende, dificulta la visión de la persona que la padece. Se trata de una patología que puede concretarse de dos maneras diferentes. Por un lado, el párpado puede caer solo de manera parcial y, por otro, hacerlo de forma completa, llegando, en este segundo caso, a cubrir la pupila e imposibilitando la visión. Afecta tanto a adultos como a niños, aunque presenta una mayor incidencia en los primeros. Cuando ocurre en los más pequeños hablamos de ambliopía, más conocida como ojo vago, que puede provocar pérdida de visión o baja visión tanto en uno como en ambos ojos. De hecho, en esos casos el ojo podría no recibir los estímulos visuales necesarios para ver de forma correcta.
Síntomas frecuentes de la ptosis
El síntoma más evidente de la ptosis es la caída del párpado. El grado de caída es distinto en cada persona, pero sí que encontramos una serie de síntomas que nos pueden dar una clara señal de que sufrimos esta patología:
- Caída del párpado superior, cubriendo total o parcialmente el ojo.
- Dependiendo del área de la pupila obstruida, se reduce el campo visual.
- Necesidad de inclinar la cabeza hacia atrás para lograr ver.
- Acentuación e incremento del lagrimeo.
- En ocasiones se necesita elevar las cejas para ampliar el campo visual.
Causas de la ptosis
Existen diferentes causas por las que se puede dar esta patología en uno de los ojos o en ambos. La caída del párpado puede estar provocada por el debilitamiento del músculo que lo eleva, un deterioro de los nervios que controlan el mismo músculo e incluso al desprendimiento de la piel de los párpados superiores. A estas causas habría que añadir otras como el envejecimiento hereditario, el resultado de una lesión ocular o incluso las provocadas por enfermedades como la diabetes, la inflamación del párpado o la ruptura de comunicación entre los nervios y los músculos, es decir, una miastenia.
Tratamiento de la ptosis
La blefaroplastia es el mejor tratamiento quirúrgico, no invasivo, para tratar la caída de los párpados. El objetivo de esta cirugía no es otro que el de reparar el músculo tensor que eleva el párpado para que este recupere su apariencia habitual. En este procedimiento se retira la grasa acumulada y se elimina el exceso de piel. Se realiza, principalmente, para evitar un problema de pérdida de visión grave. Aunque también existen casos leves en los que el objetivo es meramente estético y se realiza con el fin de mejorar la apariencia. Muchas personas se someten a la operación por una combinación de razones: para evitar perjuicios en la vista y mejorar su aspecto.
Aunque la ptosis no se pueda prevenir, sí que puede ser diagnosticada en sus fases iniciales. De este modo se actúa de manera rápida, antes de que el campo visual se vea afectado y pueda provocar problemas mayores vinculados a esta patología.