Problemas visuales por la edad 4 min minutos de lectura

Mi hijo tiene el ojo vago: causas y posibles soluciones

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Es normal que durante la infancia aparezca el denominado ojo vago. Aquí te explicamos qué es y las posibles formas de actuar.

Por qué aparece el ojo vago y sus posibles soluciones 

El ojo vago es una disminución de la capacidad visual de uno o de ambos ojos. También se conoce como ambliopía y es una patología que se origina durante la niñez y que, sin el diagnóstico y tratamiento adecuados, puede persistir durante la edad adulta. 

Veamos por qué puede aparecer el ojo vago en niños y cómo puede solucionarse. 

Posibles causas del ojo vago de nuestro hijo 

El ojo vago es consecuencia de una experiencia visual anormal en las primeras etapas de la vida. Digamos que da lugar a que un ojo sea ‘más débil’ porque recibe menos señales visuales y eso hace que la capacidad de los ojos para trabajar al mismo tiempo disminuya. Las causas más frecuentes de esta patología son las siguientes: 

  • Desequilibrio muscular. Se conoce como ambliopía por estrabismo y puede ocasionar que los ojos estén torcidos, impidiendo que trabajen juntos. 
  • Diferente agudeza visual entre los ojos. Es lo que se llama ambliopía refractiva. Puede deberse a la hipermetropía, a la miopía o al astigmatismo de diferente intensidad en los dos ojos, y generalmente es una combinación de este problema con el estrabismo. Puede corregirse con unas lentes adecuadas y es la causa más frecuente en la actualidad. 
  • Cataratas. La ambliopía por deprivación o ambliopía por privación es la menos frecuente de las causas de ojo vago en niños. En caso de producirse, ha de tratarse con urgencia porque puede dar lugar a la pérdida permanente de la visión. Es la más difícil de resolver. 

Existen ciertos factores de riesgo para padecer ojo vago durante la infancia, como al nacimiento prematuro, un tamaño pequeño al nacer, antecedentes familiares o algún trastorno del desarrollo. 

Cómo solucionar el ojo vago 

Hay una serie de síntomas que pueden darnos pistas de que nuestro hijo puede tener ojo vago: 

  • Un ojo se mueve hacia adentro o hacia afuera. 
  • Sus ojos parecen no funcionar juntos. 
  • Mala percepción de la profundidad. 
  • Entrecierra los ojos. 
  • Inclina la cabeza. 
  • Obtiene resultados anormales en exámenes visuales. 

Si notas los síntomas anteriores, es importante consultar a un especialista de la visión. Un examen ocular completo es recomendable entre los 3 y los 5 años de edad, aunque deberás consultar al especialista si se presentan los síntomas antes, porque la edad más crítica es entre los 2 y los 3 años. 

Eso sí, es a esas edades cuando el tratamiento resulta más efectivo. Lo principal es tratar la causa que lo ha provocado. Por tanto, para solucionarlo se recurre a: 

  • Uso de gafas graduadas para corregir los defectos refractivos. 
  • Ocluir un ojo para forzar al cerebro a desarrollar la capacidad visual del ojo con estrabismo. 
  • Poner gotas de atropina que dificulten la visión del ‘ojo bueno’ para que el ojo vago pueda mejorar. 

La buena noticia es que, si se aplica el tratamiento contra el ojo vago en niños antes de los 4 años, más del 90% de los casos tienen solución. Eso sí, este porcentaje se reduce cuando va aumentando la edad del niño, de ahí la importancia de la detección precoz y de acudir a las revisiones periódicas con el especialista.