SUS OJOS SON PRECIOSOS: CUÍDELOS
Hoy dos de cada tres personas de más de 50 años se preocupan de su salud ocular.
A la vez preciosos y frágiles, nuestros ojos evolucionan a lo largo de nuestra vida. Eso provoca que vayan apareciendo ciertas enfermedades oculares que son más frecuentes a partir de los 60 años. Debido a que los primeros síntomas de estas enfermedades son, a veces, difíciles de detectar, adelántese programando una visita a su oftalmólogo cada 12 ó 18 meses.
LOS DEFECTOS DE VISIÓN ¿EN LOS MAYORES?
Numerosos problemas visuales tienen como origen una evolución natural de la visión o una enfermedad ocular. Algunos de ellos conciernen más específicamente a las personas mayores:
– La presbicia. Esta evolución natural e inevitable de la vista puede aparecer a partir de los 40 años y progresar hacia los 60. Leer un libro o un periódico se vuelve entonces difícil aunque, afortunadamente, esta dificultad se corrige muy bien gracias a las lentes progresivas. Las lentes de contacto y la cirugía son unas soluciones a su alcance; su oftalmólogo sabrá orientarle hacia la solución más adaptada a su necesidad.
– La catarata. Esta enfermedad que vuelve opaco el cristalino puede aparecer hacia los 60/65 años. Forma como un velo que impide a la luz alcanzar la retina. Los colores pueden entonces parecer más apagados y las luces vivas se vuelven particularmente deslumbrantes.
Sólo la colocación quirúrgica de un implante que reemplaza el cristalino puede permitir recobrar una vista normal. Esta operación es hoy una de las más realizadas en el mundo.
– El DMLA (degeneración macular asociada a la edad). Esta patología daña la mácula, la parte central de la retina, y provoca una pérdida de la visión central. Algunos de los primeros síntomas de un DMLA pueden ser la deformación de las líneas rectas, la reducción de la agudeza visual o la disminución de la sensibilidad a los contrastes.
Estos síntomas pueden ser puestos en evidencia por su oftalmólogo durante su visita periódica.
No obstante, una prueba simple y rápida puede permitirle descubrir los primeros síntomas de la enfermedad. Observe algunos instantes las baldosas de su cuarto de baño; si las líneas se deforman, es señal de que hay que consultar al oftalmólogo sin tardar.
– El glaucoma. Consecuencia de una agresión del nervio óptico, esta patología provoca una disminución del campo de visión. El glaucoma crónico, que evoluciona muy lentamente con la aparición progresiva de molestias visuales, es el más frecuente.
Provoca una pérdida de la visión periférica y, después, de la central. A la menor duda, consulte urgentemente a un oftalmólogo porque, sin tratamiento, las pérdidas visuales serán irreversibles.
BAJA VISIÓN
Millones de personas, entre las cuales se cuentan numerosos mayores, tienen una agudeza visual baja que no puede corregirse con gafas simples. Afortunadamente, hay diferentes soluciones desarrolladas para permitir optimizar sus capacidades visuales.
Entre estas soluciones, los filtros terapéuticos permiten mejorar la visión y los contrastes, ayudando así a las personas a que se desplazan más serenamente.
Las coloraciones médicas de la gama de filtros Essilor ofrecen una comodidad de visión y una protección de nivel muy alto.
Hable de eso a su óptico.